Desde casi cualquier punto de la ciudad puede verse el santuario de Monserrate, en los cerros orientales de Bogotá. Situado a 3,172 metros sobre el nivel del mar, en la cima del cerro de Monserrate o cerro de Las Nieves. La devoción de subir a pie por un camino de casi tres kilómetros hasta este sitio tradicional de peregrinación religiosa se debe a que en su cúspide reposa un santuario que data del año 1620 con la ermita de Nuestra Señora de Monserrate. La basílica alberga la imagen del Señor Caído de Monserrate, un Cristo que según fieles hace milagros, y en la cima los visitantes pueden recorrer un viacrucis.
Un poco de historia
La historia de este lugar sagrado, data de hace casi 500 años, cuando nació Bogotá y es hoy un ícono de la ciudad.
El nombre original de la montaña es cerro de Las Nieves, así lo bautizaron los Muiscas por la frecuente nubosidad. Años después, se fundó allí un monasterio dedicado a La Virgen de Montserrat, y se adecuó un camino desde la iglesia de Las Nieves hasta la cima del cerro, con pequeñas capillas para los peregrinos. La primera fiesta religiosa que tuvo una peregrinación a este cerro fue la fiesta de la Santa Cruz.
En la cima este cerro está la imagen del Señor caído de Monserrate, hecha en 1640 por el artista Pedro de Lugo Albarracín. Para muchos fieles católicos esta estatua del Señor es muy milagrosa y representa un encuentro especial con Dios. Por ello, cada fin de semana, muchos colombianos y extranjeros suben el cerro. La fé es el principal motivo por el que este lugar recibe tantas visitas.
La actual edificación del santuario fue terminada en 1920. Cuenta con un teleférico y un fonicular para llegar hasta la cima, especial para las personas que prefieran llegar más rápido; sin embargo, el sendero peatonal es perfecto para disfrutar la naturaleza, los vestigios del camino de los indigenas, hacer ejercicio, ver una interesante oferta artesanal e interactuar con la rica cultura de este país.